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Cartas necesarias del Divermazo: para este juego necesitaremos las cartas del 1 al 10 de los seis colores. Las cartas especiales de fondo negro se utilizarán como indicadores o estandartes. Solo necesitamos 9 de las cartas especiales.
Tiempo de juego: 30 minutos.
Autor: versión adaptada del juego original de Reiner Knizia.
El objetivo de cada jugador es crear en su zona, adyacente a sus estandartes una combinación de cartas más fuerte que la de su adversario. De esta forma cada jugador irá reclamando estandartes, ya que quien consiga más, ganará la partida.
Antes de comenzar ponemos entre los dos jugadores una hilera con los nueve estandartes. Puedes utilizar las cartas especiales, mejor puestas bocabajo, o si el espacio en la mesa es reducido, también te pueden servir fichas pequeñas, monedas o clips. A continuación cada jugador cogerá 7 cartas y se colocará el mazo restante a un lado entre los dos jugadores.
En cada turno el jugador selecciona una carta de su mano para ponerla cara arriba adyacente a un estandarte. Una vez colocada ahí no se podrá volver a mover. En el transcurso de la partida pueden combinarse hasta tres cartas a cada lado de un estandarte para hacer distintas combinaciones. El orden de colocación de las cartas es irrelevante.
Veamos las distintas combinaciones, en orden de mayor a menor valor:
En su turno, si un jugador tiene una combinación de tres cartas en un estandarte puede reclamar dicho estandarte. Para hacerlo deberá demostrar que las cartas de su rival nunca podrán sobrepasar su combinación. Si el bando opuesto está completo la situación es obvia, pero si el bando opuesto posee menos de tres cartas, el jugador que reclame el estandarte deberá demostrar que no podrá constituir una formación que le venza, independientemente de las cartas que pudiera jugar. A veces para hacer esta justificación se debe recurrir a las cartas jugadas en otros estandartes. Cuando un estandarte es reclamado con éxito ya no se podrá jugar sobre él, pues pertenece al jugador que lo reclamó.
En caso de posibilidad de empate, el jugador que puso la última carta pierde el estandarte y su oponente podrá reclamarlo en su turno.
Una vez jugada la carta correspondiente y/o reclamado algún estandarte, el jugador robará una carta pasando el turno al jugador opuesto.
La partida termina cuando un jugador reclame con éxito tres estandartes adyacentes o cinco cualesquiera. De esta forma este jugador se proclama ganador.
Si se juegan varias partidas, el ganador puntúa cinco puntos, y el perdedor puntúa tantos puntos como estandartes reclamó.
A continuación vemos una imagen de una partida a medias. Como puede observarse el segundo y tercer estandarte ya ha sido reclamado por el jugador inferior. El tercero esta claro, ya que una escalera de color gana a un trío. En el segundo, aunque el jugador superior no ha terminado de completar su estandarte, al ser imposible terminar la escalera de color por faltar el 2 amarillo que ya está en juego (en el octavo estandarte), el jugador inferior ha podido reclamar dicho estandarte.
De la misma manera, el jugador superior en cuanto complete el trío de sietes del quinto estandarte podrá reclamarlo, ya que la escalera de color que intentaba completar el jugador inferior no va a poder completarse, y por tanto cualquier jugada posible, por alta que sea (lo más alto sería un “color”) va a ser inferior al trío de sietes.
Mientras tanto, todos los demás estandartes siguen en juego.
