¿Si tuvierais que saber situaros en un mapa estando en alta mar, rodeados de kilómetros y kilómetros de agua, cómo lo haríais? Pues bien, los antiguos marineros allá por el siglo XIV empezaron a utilizar un peculiar instrumento llamado ballestilla. La buena noticia de todo esto es que: ¡hemos conseguido reunir los materiales necesarios para que la construyáis de una manera sencilla en casa! De esta manera, podréis ayudar a vuestros amigos a orientarse en lugares sin necesidad de usar Google Maps. Pero antes, es importante saber qué es este instrumento de nombre tan curioso.
Una ballestilla es una antigua herramienta que permitía medir distancias angulares entre dos puntos. Se utilizaba en la navegación náutica, midiendo la altura del sol y otras estrellas sobre el horizonte. A través de dichas medidas, de complejos cálculos y con la ayuda de almanaques naúticos eran capaces de determinar la latitud y la longitud aproximadas del punto del globo terráqueo en el que se encontraban.
La ballestilla está formada por varias piezas de madera, una larga llamada “flecha”, y varias de manera perpendicular a esta, los “martillos”, de los cuales se seleccionaba uno según la magnitud aproximada del ángulo que se deseaba medir. En nuestro diseño hemos fusionado tres martillos en uno, quedando así una flecha y un único martillo. Hemos preparado este diseño para la celebración del Gathering for Gardner en la Facultad de Ciencias Matemáticas de la UCM, dentro de las actividades de la Semana de la Ciencia de la Comunidad de Madrid.
Construcción de la ballestilla
Para construir la ballestilla necesitamos unos materiales que todos tenemos en nuestras casas: tijeras, pegamento y las plantillas recortables de la ballestilla de divermates. Si queremos realizar los recortes que necesitamos hacer de una manera más precisa, podremos utilizar un cúter y una regla que nos ayude a realizar el corte recto.
Puedes descargar las plantillas en el siguiente enlace:
Ballestilla Divermates
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¡Recomendaciones!
- Las hojas adjuntas tendrán que imprimirse en una cartulina, para darle más resistencia al instrumento.
- Prestar atención a la leyenda de las hojas adjuntas para saber qué partes tienen que ir recortadas y cuáles dobladas.
- Si utilizáis el cúter, tened cuidado o hacedlo bajo la supervisión de un adulto.
¡Empezamos!
Lo primero que haremos será recortar las distintas piezas de las plantillas, con las tijeras o el cúter, por la línea continua como se especifica en la leyenda.
*Es importante no perder de vista el hexágono pequeño, lo necesitaremos más adelante.
A continuación, tenemos que doblar cada pieza recortada por las líneas discontinuas marcadas, según se ve en la imagen. Es recomendable afianzar con la uña o con un bolígrafo estos dobleces, porque son los que finalmente darán la forma y la consistencia a nuestra ballestilla.
Una vez hemos doblado las piezas, pasamos a pegarlas. Antes de empezar, es importante que el pegamento lo apliquemos en la cara correcta. ¡No tendréis problema, pero tenéis que estar atentos!
A por el martillo
En primer lugar, cogemos la pieza que conformará nuestro martillo y le damos la vuelta de forma que la cara sin dibujos quede hacia arriba. A continuación, ponemos pegamento en la superficie de debajo del triángulo central que hemos recortado y lo pegamos con el lado menos ancho de la solapa que sobresale. La forma que se nos tiene que haber quedado si miramos por el interior, es de un prisma triángular.
Con la misma pieza, pasamos a pegar el otro lado. Esta vez por el lado con dibujos, ponemos pegamento en la parte blanca de las dos solapas. La parte más externa de cada solapa, deberá ir pegada en la base del martillo. De esta manera, la otra parte blanca de la solapa, deberá ir pegada a la pared del triángulo rectángulo que formamos anteriormente.
Para terminar con el martillo de nuestra ballestilla, vamos a cerrar los extremos, poniendo pegamento en las solapas blancas que sobresalen y pegándoles encima, como si fuese una tapa, la pestaña de color marrón. De esta manera, habríamos finalizado la construcción de nuestra primera pieza.
Turno de la flecha
A continuación, pasaremos a construir la flecha de nuestra ballestilla con las dos piezas recortables y el pequeño hexágono de la segunda hoja.
Con las piezas giradas por su cara blanca, pondremos pegamento en la parte trasera de los lados con estampado con imitación a madera, sin incluir el saliente de la pieza cuya parte de madera es más larga que la parte blanca.
A continuación, desde la solapa corta, iremos doblando intentando crear un prisma con base triangular, es decir, la pieza externa de la parte corta, irá pegada en el primer fragmento de la parte larga.
El resultado tiene que ser el siguiente:
Es recomendable que sostengáis durante unos minutos las piezas tras pegarlas, para conseguir una estructura resistente.
Ahora que tenemos las dos piezas de la flecha formadas, es momento de unirlas. En primer lugar, pondremos pegamento por las tres caras a la parte de la flecha que tenga las solapas blancas.
A continuación, introduciremos la zona blanca con pegamento, por el extremo largo de la otra pieza.
CONSEJO: para comprobar que hemos realizado todo de manera correcta, al cerrar la unión entre las dos piezas, en uno de los extremos, deberíamos ver un que se ha formado un pequeño círculo dibujado.
Ahora sí que sí, llega el importante papel del hexágono (espero que no lo hayáis perdido). Como podréis observar, en uno de los extremos de la flecha quedan tres solapas libres. Pues bien, las tenemos que doblar hacia fuera y pegar nuestro hexágono encima de ellas, haciendo coincidir todos los lados.
¡Ya estamos casi en el final!
Una vez realizado este paso, ya tenemos nuestras dos piezas fundamentales de la ballestilla. ¡No queda nada!
Para terminar, simplemente vamos a introducir la flecha, desde el extremo que no tiene el hexágono, por el triángulo del martillo.
¡Voilà! ¡Tenemos lista nuestra ballestilla!
¿Cómo funciona?
Aunque parezca un mecanismo difícil de entender, es de lo más sencillo. Consiste en medir una distancia angular entre dos objetos desde la posición en la que nos encontramos. Para ello, tendremos que:
- Seleccionar dos objetos, astros, estrellas o puntos de referencia.
- Apoyar la flecha muy cerca del ojo, mirar desde el extremo que no tiene el hexágono y buscar que mis objetos escogidos coincidan con los puntos marcados en el martillo como A y A (externa), B y B (intermedia) o C y C (interna).
Estas letras, están situadas a diferentes anchuras del martillo, para permitirnos observar objetos que estén más o menos separados.
- Mover el martillo a lo largo de la flecha para hacer coincidir los objetos con alguno de los pares de letras (A-A; B-B; C-C).
- Con el martillo ajustado, debemos observar en qué letra me he fijado para marcar mis objetos y, sin mover el martillo, girar la flecha hasta ver qué lado, es decir qué escala, coincide con dicha letra.
- Ver qué ángulo es el que separa los objetos en los que me he fijado, observando los grados que marca la parte superior del martillo, la más lejana a la posición del ojo al tomar la medida.
¡Listo! Ya tenéis y sabéis utilizar la ballestilla.
6 comentarios
Como encuentro la distancia entre puntos de referencias?!😅
Estamos retomando el blog y el canal de YouTube, en breve publicaremos un vídeo sobre el uso detallado de la ballestilla. Suscríbite a nuestro canal de YouTube para que te avisemos de su publicación.
Entiendo que la ballestilla sirve solo para medir ángulos entre dos objetos lejanos, dos astros en el firmamento o entre la linea del horizonte y un astro, no mide distancias entre los objetos observados, a no ser que conociendo el angulo entre dos objetos puedas calcular la distancia entre ellos por algún método de calculo matematico, o trigonometria, eso entiendo yo.
Efectivamente solo es capaz de medir ángulos. Después mediante métodos trigonométricos, y el conocimiento de alguna medida de longitud implicada, se pueden deducir algunas distancias en función de otras.
Muy interesante, me atrae todo lo que sea mecanismos o instrumentos básicos de medicion, nivelacion, o calculos utilizados en la antigüedad, quizás algun dia nosotros o nuestra descendencia tengamos que utilizarlos nuevamente.
Muy bueno